¿A que jugamos amor? ¿A odiarnos hasta la muerte?
Hemos leído mal el guión, Donde pone amarnos, Leímos odiarnos.
¿Estamos haciendo una guerra inútil?
O es necesaria, para aumentar el clímax
De la pasión, cuando termina la batalla
Y caemos los dos extenuados, en este campo de sábanas rojas, donde nuestros cuerpos, empapados por el sudor de la batalla, se reconocen y se unen en un feroz abrazo, único, carnal y místico.
Decimos muchas palabras… muchas, inútiles, en esta batalla de amores y desamores encontrados….
Y al final como siempre, triunfa el amor.
Único, sublime, místico y cósmico…
Y aunque digamos;
.-“Se acabó” Estas son inútiles palabras…
Los cuerpos se atraen, se reconocen… somos amantes eternos, inmortales, el mismo guion y los mismos personajes con otros nombres, razas y épocas… pero los mismos inmortales amantes, dioses y diosas eternos, guerreros y amazonas conocedores del arte de amar en el campo de batalla. Y yo me pregunto ahora, mientras te veo dormir, ¿Seré yo la eterna Afrodita? ¿Y tú quién eres, amor?
La noche, el embrujo, la química… ¡… y surgió el milagro del amor!
Cómplice fue la noche, y cómplices mis manos son
Para buscar en tu cuerpo el embrujo del amor….
Montada en caballo negro, galopando, con los cinco sentidos, a pelo sobre él, voy yo.
Y como busco de corazón, sin palabras, con el alma, por fin, te he encontrado yo.
Que en mis sueños de luna, ya te soñaba yo.
Desde niña te estoy buscando, desde niña te he buscado yo.
¿Lo recuerdas? En muchas vidas, hemos estado juntos Tú y Yo.
No sé si tú ya lo sabes, pero hoy al amarte, lo he sabido yo.
¡Cómo se enciende el deseo cuándo existe química en el amor!
¡Y cómo se reconocen los cuerpos!
¡Que pasión, cuando triunfa el amor!
¡Y cómo te recorre todo el cuerpo la energía sagrada de la auténtica pasión!
¡Que en ese momento sublime, sólo hay dos dioses, Tú y Yo!
Es cuando se llega al clímax, el goce sexual es espiritual y sagrado.
¡Es una obra de arte, que te inunda todo el cuerpo, que llega al corazón!
¡Que te provoca la risa y el llanto!
¡Y para esto, amor mío, solo se necesita, amar con el corazón!
Qué no hacen falta palabras, Cuando se trata de amor, una mirada basta para encender esa chispa.
Los cuerpos se reconocen. y solo hay un idioma, ¡El del amor!
Ahora los dos sabemos, no hace falta la palabra,
Aquí solo cuentan;
El sentimiento,
La noche,
El embrujo,
La química,
La pasión,
¡Para que surja el milagro del amor!
¡Ya nunca podre dejarte! Ni tampoco podrás dejarme tú. Que de este caballo negro, moreno, nunca, escúchalo bien, nunca.
Nunca nos bajaremos, ni tu ni yo. Porque nos amamos moreno, y esto es lo más grande, lo más grande. que hemos tenido tú y yo.
Tú me has devuelto mí la vida, que ya había olvidado quien era yo.
Y a ti yo te lo he dado todo, al entregarte sin reservas. mi cuerpo, mi alma y mi corazón.
Dime amor mío, ¿Qué tesoro oculto, Qué misterio, Que esperanza, te he podido dar yo?
Para que a mi lado tú sigas, a pesar de todos los pesares, que hasta ahora, sin saberlo en mi locura, te he podido causar yo.
Y por eso, hombre, solo por eso, yo te amare hasta la muerte… y cuando veas que mi cuerpo parte, déjalo ir, que la muerte no existe cuando triunfa el amor.
Recuerda que solo cuando es de corazón, existe la magia, existe el milagro, existe la fusión, existe el verdadero amor. Entonces y solo entonces, hay un solo cuerpo, no hay dos, ya no se necesitamos a nadie…Solos Tú y Yo, pasaremos cabalgando día y noche sobre este caballo negro, por los cimas del embrujo, los mares, la química, ¡… y la locura del amor!
Y este será nuestro secreto, moreno, para que nadie se acerque a manchar nuestra historia de amor.
Aunque se nos note en la mirada, en la sonrisa, en el cuerpo, en todo, porque es un secreto a voces, y como se guarda un secreto amor mío, pongámoslo en lo más profundo del nuestro corazón.
Que la Envidia es muy mala amor mío, que a Esa, ya la he conocido yo, y me ha hecho mucho daño, pero no sufras mi vida, que sus heridas las he sanado como se sana todo, con el corazón.
Por eso yo te la muestro ahora. Es una enemiga despiadada, sin alma y sin corazón, ¡que no voy a permitir que nos robe el tesoro de nuestro amor!
¡Que conozco bien sus armas, su falsa sonrisa, sus mentiras, el hielo de su mirada, sus disfraces y su carencia de amor.
Por eso, solo por eso, hagamos un pacto,
Que este amor sea secreto amor mío
Que los amores secretos, solo los ha de cuidar Dios.
AUTORA: ROSA LOPEZ, ALMERIA 2011
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